Bueno, pues esta es la ultima entrada de este blog, lo que significa que el viaje se ha terminado, y como podréis haber comprado los que habéis leído a diario, no hemos visto ninguna aurora boreal. Y eso que según la web de pronóstico de auroras boreales del instituto meteorológico islandés, la probabilidad era moderada de tipo 3, pero la gran cantidad de nubes de diversas alturas no dejaba verlas... en fin, otro viaje será, porque a Islandia volveremos seguro.
Os dejo la web de previsiones de auroras boreales para que veáis lo profesionalizado que está el tema meteorológico aquí en Islandia.
En la misma web puedes consultar hidrología, sismicidad, peligros de avalanchas, inundaciones...
También hay una información exhaustiva del estado de las carreteras con información prácticamente en tiempo real sobre el estado del asfalta, placas de hielo, nieve, fuerza del viento... Aqui es muy importante disponer de estos datos porque la situación de las carreteras cambia muy rapido y puede dejarte aislado o en una carretera en condiciones peligrosas sin darte cuenta.

Porque eso de que tengan agua caliente y calefacción gratis está muy bien, pero el agua caliente en las casas huele a pedo, y estar duchándote en agua de pedo toda la vida, debe cansar. al menos en una semana yo ya lo estaba.

Y es que verdaderamente es azul. y es mas azul porque el negro de la roca volcánica que lo rodea hace más brillante el tono, así como el fondo de sílice blanca que refleja el color haciéndolo más notorio. Sobre estas aguas han construido una especie de balneario, una clínica de recuperación, dos hoteles un restaurante de lujo, un aparcamiento para mil coches y unos vestuarios con taquillas para mas de 3000 personas.

Seguro que tiene propiedades medicinales y todo eso, pero después de estar allí en remojo en agua calentita y con barro en la cara por un par de horas, la visita la puedes dar por concluida, porque mas tiempo es tontería. Es verdad que hay saunas de vapor, saunas finlandesas, masajes de pies, duchas de no se qué y hasta un bar dentro de la piscina que sirve cerveza, vino y champán, pero cuando sales y te das cuenta que tienes la piel en carne viva y que escuece como si te hubieras bañado en lejía, y el pelo como un estropajo que te dura varios días a pesar de aplicar el acondicionador gratuito que ofrecen por litros en los vestuarios, entonces ves que es una atracción turística mas, que merece la pena hacer (a pesar de que cuesta 38 eurazos por persona), pero no repetir cada fin de semana.
Y con esta relajación, exfoliación de alma, purificación extrema y peeleing corporal, llegamos a nuestro ultimo apartamento. un sitio modernillo, muy céntrico que se llama Room With a View y que era sospechosamente barato para estar en pleno centro. Y siendo sábado por la noche no tardamos mucho tiempo en descubrir porqué. La escasa distancia a la zona de marcha hace que intentar dormir sea imposible sin estar muy borracho, así que salimos a unirnos al enemigo y tomarnos unas copas y disfrutar en la ultima noche en Islandia de la famosa marcha de Reykjiavik.
Habíamos quedado con un local llamado Grimur, amigo de la Sandra, la hermana de Myriam. Nos fuimos a un bar a tomar las primeras cervezas y vinos, mientras hablábamos de todo un poco como si nos conociéramos de toda la vida. Obviamente el tema de la crisis y las distintas formas de afrontarla en su país y en el nuestro fue uno de los centros de la conversación, así como la corrupción política existente en España. El hecho de que un islandés conozca nombres y detalles de un tal Bárcenas (por ejemplo), es una vergüenza y la imagen que estamos exportando fuera es algo que nos perseguirá a los españoles durante muchos años.
Y todo por culpa de unos pocos ladrones hijos de puta. pero dejemos este tema que me hierve la sangre. Unas cervezas y vinos más adelante, y después de que la camarera hubiera intentado en repetidas ocasiones cerrar el bar, llegaron dos amigos más, Ari, un tipo fornido, con barba y aspecto muy vikingo y su rubia pareja de aspecto tan vikingo como él. Con ellos nos fuimos a otro bar a tomar unos chupitos de un licor típico de aquí que se llama Brennivin, que seguido de un vodka con naranja y otra cerveza nos ayudó a llegar al hotel unas horas mas tarde tan borrachos que ni siquiera el importante ruido de la calle nos impidió conciliar el sueño.
Y así, con un buen fin de fiesta, terminamos nuestro viaje y estancia en Islandia. Empezando a pensar en el próximo destino pero con un rabillo del ojo mirando la posibilidad de volver lo antes posible a este fantástico país.
Hasta el siguiente Blog.