jueves, 21 de febrero de 2013

Snow Mobile sobre el glaciar

Hoy hemos ido a montar en moto nieve. A pesar de la ventisca que se anunciaba y la escasa visibilidad por niebla y nubes bajas, hemos decidido ir y aqui los islandeses se ve que no consideraban que hoy hiciera mal tiempo. De hecho, durante el briefing nos han explicado donde estaba escondida dentro de la moto la manta de emergencia por si nos perdíamos y tardaban en venir a buscarnos, pero que como hoy no hacía muy mal tiempo, pues que seguro que no la ibamos a necesitar. 



Antes de subir nos hemos estado pertrechando bien los equipo de alta montaña. Sobre lo que ya traimos puesto de casa (camiseta y pantalón interiores térmicos, pantalón de montaña con revestimiento de forro polar interior, sudadera también polar, abrigo de dos capas con softshell, guantes interiores y exteriores impermeables, braga y gorro, calcetines doble capa y botas de montaña impermeables), hemos añadido un verdugo polar, casco y un mono muy gracioso que cubría entero desde el cuello hasta los pies. Despues hemos firmado la exención de responsabilidad para la empresa, reconociendo que ibamos a hacer algo peligroso a nuestra propia responsabilidad, lo que ya acojona un poquito.  

Despues nos hemos montado en un monstruo de 4 ruedas. un coche trodoterreno 4x4 con capacidad para 7 personas al que le habían puesto unas ruedas tan altas como nuestro cochecillo de alquiler y redondas como los flotadores de la playa. Se ve que son especiales para la nieve, pero aun así ha habido un rato durante el camino en el que el coche parecía no querer subir una cuesta completamente helada. Y acojona, eh. el coche con la reductora, patinando, y cuando cesaba en el intento, resbalando colina abajo 5 metros para atrás hasta que volvía a agarrar. 
La chica islandesa que llevaba el coche miraba nuestras caras por el retrovisor y se partía de risa, pero ha sido un ratito de nervios en el que se ha hecho el silencio y yo creo casi que ni respirábamos. 

Subida la cuesta hemos llegado al glaciar, mas gracias a un GPS increíble con una pantallita de 10 pulgadas que le indicaba donde estaba el camino que por la poca visibilidad que impedía ver nada a más de 5 metros. 


De hecho, en verano, igual son preciosas las vistas desde arriba, pero nosotros no hemos visto mas que un blanco difuso alrededor de nosotros durante todo el tiempo.

El caso es que nos ha dado las motos, una para cada uno y nos ha contado los mandos basicos y las posturas para hacer los giros (si, para hacer giros cerrados y evitar volcar tienes que sacar el culo de la moto y tumbar el cuerpo como si fueras en una moto de carretera). Y ala a seguirla si es que podíamos ver sus trazadas en la nieve, porque la moto a 5 metros la perdiamos de vista. 

En un recodo en el que aumentó la visibilidad, le eché un par y saqué la camara para hacer un video. No sabía que estaba prohibido, asi que lo hice con total naturalidad. Al parecer aqui esto es como en España lo de hablar por el movil y conducir al mismo tiempo, y es verdad que llevar estas motos con solo una mano, en medio de la ventisca con visibilidad reducida y encima con una camara grabando un video es un poco imprudente, pero tenía muchas ganas de que se viera de forma real cómo es rodar por la nieve con un bicho de estos. 


Y eso que en el video no se aprecia en toda su medida, pero la visibilidad mas alla de 10 metros era escasa y a 15 no se veía nada. Asi que ibamos en fila mas o menos, haciendo poco el cabra para no perdernos con el de delante porque la cosa no estaba para bromas. 

A la media hora de viaje hemos parado sobre la cima del glaciar, a unos 1400 metros. El frío no era tan intenso como cuando vas en marcha, pero el viento y la ventisca hacían complicado atender a la interesante charla de nuestra guia. 
Nos ha estado contando acerca del glaciar sobre el que nos encontrabamos, que estaba formado sobre un volcan, uno de los mas activo de islandia. y que cada cierto tiempo tienen que medir el tamaño del hielo en su centro para saber cuando va a estallar. 


Tienen un plan de evacuación segun el cual en 15 minutos tienen que abandonar sus casas y salir de la zona de riesgo. Esto en esos momentos también nos incluía a nosotros, asi que nos lo ha dicho para tranquilizarnos. Vaya, que hemos quedado mucho mas relajados para la bajada del glaciar. 

Lo cierto es que una hora se hace corto, y supongo que en verano y con buenas condiciones de visibilidad, y haciendo paradas para hacer fotos de las vistas y demás, pues todavía se hará mas corto. sobre todo porque cuesta 180 euros por persona y moto para una horita de paseo, pero de verdad que aunque sea sin visibilidad y despacito, merece la pena la experiencia.

Ya abajo hemos ido a visitar los alrededores de Vik, Tiene varias playas de arena negra con la nieve en la misma playa y peñas dentro del mar formando estructuras bellas pero amenazadoras. como amenazador es el mar aquí. las olas de 5 metros ahora, se repiten en verano con la misma intensidad, pillando a bañistas imprudentes en corrientes de resaca, que en ocasiones fallecen intentando volver a la orilla. 





Pero verlas y hacer unas fotos impresionantes no es peligroso, y menos si sale un rato el sol para ver una de las mas bonitas puestas de sol que hemos visto en islandia hasta el momento. Espera, creo que es la primera vez que vemos el sol en islandia, asi que si, es la mejor puesta de sol que hemos visto aquí. 


Mañana ya nos vamos de vuelta hacia el oeste y dejamos este hermoso pueblecito lleno de cosas que ver y disfrutar. 

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